¿Qué es el asma bronquial?
El asma bronquial es una enfermedad crónica que afecta los pulmones y hace que las vías respiratorias se inflamen y se estrechen, dificultando la respiración. Es muy común en niños y puede controlarse con el tratamiento adecuado.
¿Cuáles son los síntomas del asma?
Los síntomas más comunes son:
- Tos frecuente, especialmente de noche o al correr.
- Silbidos o ruidos al respirar (lo que llamamos “sibilancias”).
- Falta de aire o dificultad para respirar.
- Opresión en el pecho.
- Cansancio al jugar o correr.
¿Qué puede desencadenar una crisis de asma?
Hay factores que pueden empeorar el asma o causar una crisis, como:
- Cambios de clima.
- Virus respiratorios (como la gripe o el resfriado).
- Polvo, humo, moho o ácaros.
- Mascotas (especialmente perros y gatos).
- Ejercicio físico intenso sin control previo.
- Emociones fuertes como llanto o risa exagerada.
¿Qué hacer durante una crisis?
- Mantén la calma.
- Usa el inhalador o medicamento indicado por el médico.
- Si no mejora, llévalo al médico o centro de salud de inmediato.
- No automediques ni uses remedios caseros sin orientación médica.
¿El asma tiene cura?
No, pero sí se puede controlar. Muchos niños con asma llevan una vida normal si:
- Siguen su tratamiento correctamente.
- Evitan los factores que les hacen daño.
- Acuden a sus chequeos médicos regularmente.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
- Aprendiendo a usar los inhaladores y espaciadores.
- Identificando lo que desencadena el asma en su hijo.
- Asistiendo a todas las consultas médicas.
- Informando a la escuela y cuidadores sobre el diagnóstico.
Recuerda:
Un niño con asma bien controlada puede correr, jugar y vivir como cualquier otro. La clave está en la prevención y el tratamiento adecuado.
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