INFLUENCIA DE LOS FACTORES
PSICOSOCIALES EN LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA INFANTIL: EXPERIENCIA CLÍNICA DESDE
LA CONSULTA PEDIÁTRICA
Introducción
El desarrollo emocional y conductual del niño depende no solo de factores biológicos, sino también del ambiente familiar, social y afectivo en el que crece. Los trastornos de conducta suelen ser el reflejo visible de un sufrimiento invisible. En la consulta pediátrica, es frecuente encontrar niños con comportamientos alterados cuya raíz no está en una patología neurológica, sino en conflictos psicosociales como violencia familiar, abandono afectivo o separación traumática de los cuidadores.
Experiencia clínica observada
En mi consulta privada como pediatra, he identificado un patrón reiterativo en niños que acuden por:
- Agresividad en la escuela o el hogar
- Hiperactividad o falta de concentración
- Inquietud, llanto frecuente o retraimiento
- Trastornos del sueño o enuresis
- Bajo rendimiento escolar
Al profundizar en la anamnesis y conversar con los cuidadores, se evidencian antecedentes como:
- Violencia intrafamiliar (física, verbal o psicológica)
- Divorcios conflictivos y triangulación del niño
- Ambientes con alta tensión emocional
- Negligencia afectiva o rechazo de figuras parentales
- Falta de escucha o validación emocional
En muchos casos, los padres niegan o minimizan el problema, atribuyendo la conducta del niño a "caprichos", "malcriadez" o “etapas normales del desarrollo”.
Interpretación clínica
Estos hallazgos reflejan una realidad crítica: el síntoma no siempre es el problema, sino la consecuencia de un entorno disfuncional. El pediatra, como primer contacto de la familia con el sistema de salud, tiene la responsabilidad de detectar estos signos de alerta, contener emocionalmente y orientar adecuadamente a las familias.
Abordaje propuesto en consulta
Mi enfoque se basa en:
- Escucha activa, sin juicio
- Observar al niño solo y acompañado
- Uso de lenguaje claro con los cuidadores
- Orientación sobre crianza saludable y vínculo afectivo
- Derivación a psicología o trabajo social cuando es posible
- Seguimiento cercano del caso
Conclusión
Los problemas de conducta infantil no deben ser tratados de forma aislada. Son muchas veces una expresión del dolor emocional que el niño no puede verbalizar. La violencia intrafamiliar, el abandono emocional y la disociación familiar son factores de riesgo reales que deben abordarse con urgencia. El pediatra, desde su rol privilegiado, puede marcar la diferencia si incorpora el enfoque psicosocial como parte de su práctica cotidiana
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